La afición del FC Cartagena ha perdido la
paciencia. Considera que 12 jornadas es el tiempo de espera suficiente a Sebastián
Ribas, hijo del manager general del equipo, Julio Ribas. La respuesta del pasado
domingo, de la prudencia a los pitos, no solo se genera por la última actuación
del delantero uruguayo sino que desde hace tiempo hay expectativas de otro
rendimiento en él: al principio se cargaba contra la dupla Ribas-Pallarés;
luego, con el ex de La Hoya en el banquillo, hubo unas semanas sin comentarios;
y finalmente, con dos goles en la cuenta, el público reprochó que el ariete
jugara de espaldas a la portería.