Un Cartagena menos convincente que otras veces gana al Real Jaén gracias a un gol del sevillano en el 93
Al Cartagena nunca antes se le había atragantado tanto un partido en casa como el del Real Jaén, ya que pudo empatar e incluso perder. Para suerte de Víctor Fernández, sin embargo, Juan Carlos Menudo es un huevo Kinder: siempre lleva sorpresa, a veces bonita y a veces espantosa. Sea como fuere, ese detalle en su interior siempre te saca una sonrisa. Juan Carlos siempre te sorprende con algo. Ya lo hizo contra el Jumilla: estaba en cuerpo, pero no en alma. Pero cuando nadie lo esperaba rompió la capa externa de chocolate y regaló tranquilidad con el 2-0. Ayer lo volvió a hacer en el minuto 93, emulándose a sí mismo en el pasado: clavó una falta idéntica a la de hace dos años (2013) en Pinatar Arena, frente al UCAM Murcia, y la del año siguiente en el Nuevo Mirador de Algeciras.
Pero antes de eso hubo una primera parte muy igualada. El Cartagena, hasta el minuto 25, tuvo la posesión del balón y las mejores ocasiones, principalmente de Cristo, incrustado entre los centrales del Real Jaén, y de Montero, motivado contra su exequipo. Peleó como un jabato y se inventó un remate acrobático que pudo adelantar a los locales. También el atacante canario, que erró en un mano a mano con el portero.
Entre la incorporación de los laterales al ataque (Jesús Álvaro regresó al once después de su lesión) y la chispa que caracteriza a Sergio García en la derecha, la defensa del Real Jaén se vio colapsada, sin tomar un respiro. De hecho, el grupo de Gonzalo Arconada armó un bloque de 4-4-2 con las líneas muy juntas y a la espera de sorprender en una contra.
Eso ocurrió en el primer minuto. Ayoze se hizo un lío con el balón, Hugo Díaz lo robó y sólo la uña del dedo gordo de Limones evitó que el delantero sacara tajada del error. Salvo ese contratiempo, el Real Jaén apenas si pisó campo enemigo. Cuando lo hacía, eso sí, había motivos para preocuparse. Álex Cruz, un habilidoso extremo que rescató Arconada de su etapa en el Burgos, disparó de libre directo a la cruceta.
Ese golpeo dio ánimos al conjunto jienense, lleno de empaque y lanzado al ataque. Óscar Quesada, un tipo incansable de 37 años, cabeceó un córner en el segundo palo. Antes lo intentó el capitán Santi Villa de larga distancia, lo que exigió la estirada de Limones. Realmente al Real Jaén le faltó el gol para ser un equipo de los denominados rentables: los que llegan poco y aciertan.
Álex Cruz quedaría marcado en la segunda parte. En la primera enmudeció a las casi 6.000 personas de la gradas con un cañón a la cruceta, pero luego, después de fallar un gol con la portería vacía, recibió las burlas del público y privó a los visitantes de adelantarse en el marcador. Luis Pérez dejó sentado a Limones y sirvió el cuero en bandeja, a falta de aliñar al gusto del comensal y empujarla. Cruz lo vio tan claro que giró el pie demasiado. "Tierra, trágame", pensó.
Aquello hizo sonar el despertador del Cartagena, amo del partido hasta el pitido final. Rivero tocó la trompeta y sus compañeros se animaron al ataque. Salió Federico Laens enchufado, y puso el 'Uy' en la grada hasta en tres ocasiones. Lo merecían los de Víctor. Había intensidad, entrega y todos los ingredientes necesarios para sumar tres puntos. Todos, claro, menos el gol.
Álex Jiménez, inédito esta temporada, añadió más picante en los minutos finales. Hubo que esperar hasta el minuto 93 para que Menudo sacara la escuadra y el cartabón y trazara una parábola perfecta: por encima de la barrera y por toda la escuadra. Inalcanzable. El gol de Juan Carlos se traduce en tres puntos y tres victorias consecutivas en casa en las que el Cartagena ha marcado cinco goles y ha no ha recibido ninguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario