El entrenador del Cartagena se despide con un mensaje lleno de cariño, agradecimiento y explicaciones en una sala de prensa abarrotada por medios de comunicación, miembros del cuerpo técnico, empleados del club y aficionados. "Podían haber sido unos años muy bonitos, pero por circunstancias no ha salido".
Cinco años después de su despedida como futbolista del Cartagena, Víctor Fernández repitió ayer su adiós, esta vez como entrenador, en una sala de prensa que lució como se esperaba: hubo medios de comunicación, miembros del cuerpo técnico, empleados del club y aficionados que quisieron ser testigos de sus últimas palabras como técnico albinegro. Todo, en un envoltorio de cariño y aprecio hacia su persona. De hecho, durante todo el día se sucedieron mensajes de apoyo en las redes sociales. "Yo lo único que quiero es lo bueno para el Cartagena, y si yo me tengo que ir pues bienvenido sea. Soy un aficionado más, y quizá hasta eso me ha perjudicado", dijo, y añadió más tarde: "No es normal el sentimiento que tengo con el Cartagena, ahora me despido de la gente y llora. Y mi equipo ha llorado. No sé qué decir. Seguiré cuatro meses aquí porque mis hijos tienen colegio y disfrutaré de mi Cartagena durante ese tiempo".
El balance de 3 puntos sobre los últimos 21 ha determinado la decisión."A mí no me echa Paco [Belmonte]", aclaró Víctor, "sino los resultados. He tenido su apoyo y el de Manolo [Breis] día a día, constantemente. Gente así hace que los equipos tiren para arriba". El emeritense ha dirigido 23 partidos, con un total de 6 victorias, 9 empates y 8 derrotas. "El equipo ha estado a muerte conmigo, y lo sigue estando", pero según él el problema ha sido un "exceso de compromiso: el equipo ha estado tan a muerte con este club, con el entrenador y con el proyecto que quizá eso les ha pasado factura y no han estado al 100%".
Otro de los obstáculos a los que no ha podido encontrar una solución es esa dinámica de casi dos meses sin conocer la victoria (la última, ante La Hoya Lorca, data del 6 de diciembre). "Muchas veces entras en dinámicas que no sabes cambiar. Yo quizá por mi experiencia he vivido dinámicas así con entrenadores experimentados que tampoco se han podido cambiar. Ojalá y el cambio de entrenador sirva para cambiar esta dinámica, que al final nos está doliendo a todos. Es una pena: podían haber sido años muy bonitos para todos, pero por circunstancias no ha salido". El Cartagena partía con el objetivo de colocarse lo más arriba posible, aun después de una temporada al borde de la desaparición. "Nos ha afectado tener las expectativas tan grandes", declaró al respecto.
En esa misma línea, recordó que el equipo albinegro "casi desciende" en el curso 2014/15, "la afición lo ha pasado muy mal, esta temporada vinieron "jugadores nuevos... Crear una expectativa de intentar pelear con los cuatro o cinco de arriba, que llevan ya años peleando y haciendo las cosas muy bien, al final al equipo se le quedan muy grandes". Además, aparecieron lesiones en "momentos claves y de jugadores importantes", como las de Gonzalo Verdú o las más recientes de Quique Rivero y Juanlu Hens. "La exigencia ha seguido siendo la misma a pesar de todas esas dificultades", comentó a propósito de las expectativas.
Un sentimiento especial
El Víctor Fernández entrenador dirigió unos partidos al Leganés y al combinado AFE antes de su experiencia en Cartagena, que calificó como "bonita" y que le "ha servido para muchas cosas", en parte también para reengancharse al cariño de una grada que se volcó con él en el césped y en el banquillo. Agradezco el apoyo de la gente desde el primer día hasta hoy, que me han ayudado, que me voy sin que me hayan silbado. El sentimiento entre Víctor y el Cartagena es especial. Me voy con la cabeza alta, con la sensación de haber trabajado al máximo".
Esa misma conexión con la grada le hizo lanzar un mensaje a la afición, a la que pidió "la misma paciencia" con el nuevo entrenador e invitó a seguir "peleando por lo que quieren, que es un equipo en Segunda división". "La afición", aseguró, "está muy por encima de todo lo demás, del club, del entrenador y de la prensa. Eso al final es lo que consigue los éxitos". Al término de la comparecencia, varios seguidores vestidos con la camiseta del Cartagena se acercaron a él: hubo abrazos y unos últimos autógrafos.
Cinco años después de su despedida como futbolista del Cartagena, Víctor Fernández repitió ayer su adiós, esta vez como entrenador, en una sala de prensa que lució como se esperaba: hubo medios de comunicación, miembros del cuerpo técnico, empleados del club y aficionados que quisieron ser testigos de sus últimas palabras como técnico albinegro. Todo, en un envoltorio de cariño y aprecio hacia su persona. De hecho, durante todo el día se sucedieron mensajes de apoyo en las redes sociales. "Yo lo único que quiero es lo bueno para el Cartagena, y si yo me tengo que ir pues bienvenido sea. Soy un aficionado más, y quizá hasta eso me ha perjudicado", dijo, y añadió más tarde: "No es normal el sentimiento que tengo con el Cartagena, ahora me despido de la gente y llora. Y mi equipo ha llorado. No sé qué decir. Seguiré cuatro meses aquí porque mis hijos tienen colegio y disfrutaré de mi Cartagena durante ese tiempo".
El balance de 3 puntos sobre los últimos 21 ha determinado la decisión."A mí no me echa Paco [Belmonte]", aclaró Víctor, "sino los resultados. He tenido su apoyo y el de Manolo [Breis] día a día, constantemente. Gente así hace que los equipos tiren para arriba". El emeritense ha dirigido 23 partidos, con un total de 6 victorias, 9 empates y 8 derrotas. "El equipo ha estado a muerte conmigo, y lo sigue estando", pero según él el problema ha sido un "exceso de compromiso: el equipo ha estado tan a muerte con este club, con el entrenador y con el proyecto que quizá eso les ha pasado factura y no han estado al 100%".
Otro de los obstáculos a los que no ha podido encontrar una solución es esa dinámica de casi dos meses sin conocer la victoria (la última, ante La Hoya Lorca, data del 6 de diciembre). "Muchas veces entras en dinámicas que no sabes cambiar. Yo quizá por mi experiencia he vivido dinámicas así con entrenadores experimentados que tampoco se han podido cambiar. Ojalá y el cambio de entrenador sirva para cambiar esta dinámica, que al final nos está doliendo a todos. Es una pena: podían haber sido años muy bonitos para todos, pero por circunstancias no ha salido". El Cartagena partía con el objetivo de colocarse lo más arriba posible, aun después de una temporada al borde de la desaparición. "Nos ha afectado tener las expectativas tan grandes", declaró al respecto.
En esa misma línea, recordó que el equipo albinegro "casi desciende" en el curso 2014/15, "la afición lo ha pasado muy mal, esta temporada vinieron "jugadores nuevos... Crear una expectativa de intentar pelear con los cuatro o cinco de arriba, que llevan ya años peleando y haciendo las cosas muy bien, al final al equipo se le quedan muy grandes". Además, aparecieron lesiones en "momentos claves y de jugadores importantes", como las de Gonzalo Verdú o las más recientes de Quique Rivero y Juanlu Hens. "La exigencia ha seguido siendo la misma a pesar de todas esas dificultades", comentó a propósito de las expectativas.
Un sentimiento especial
El Víctor Fernández entrenador dirigió unos partidos al Leganés y al combinado AFE antes de su experiencia en Cartagena, que calificó como "bonita" y que le "ha servido para muchas cosas", en parte también para reengancharse al cariño de una grada que se volcó con él en el césped y en el banquillo. Agradezco el apoyo de la gente desde el primer día hasta hoy, que me han ayudado, que me voy sin que me hayan silbado. El sentimiento entre Víctor y el Cartagena es especial. Me voy con la cabeza alta, con la sensación de haber trabajado al máximo".
Esa misma conexión con la grada le hizo lanzar un mensaje a la afición, a la que pidió "la misma paciencia" con el nuevo entrenador e invitó a seguir "peleando por lo que quieren, que es un equipo en Segunda división". "La afición", aseguró, "está muy por encima de todo lo demás, del club, del entrenador y de la prensa. Eso al final es lo que consigue los éxitos". Al término de la comparecencia, varios seguidores vestidos con la camiseta del Cartagena se acercaron a él: hubo abrazos y unos últimos autógrafos.
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