El Real Murcia se llevó un derbi igualado gracias a los goles de Azkorra y Sergio García en el 86 y el 89. El Cartagena, que plantó cara al líder, se desinfló a partir del minuto 70. Los granas amplían el colchón de puntos (10) con el quinto clasificado, mientras que los albinegros rompen una racha de ocho partidos consecutivos sin perder
El derbi regional entre Real Murcia y Cartagena es una cita especial: las aficiones se visten de gala y ponen al límite sus gargantas. Van cargadas de moral. Es un partido diferente que no se repetía desde hacía tres años. No defraudó, como era de esperar por las buenas dinámicas en las que llegaban granas y albinegros. Fue un partido igualado, de pocas ocasiones, que se decidió en el sprint final, cuando los locales buscaban más el gol y cuando los visitantes se veían ya con el premio de sumar un punto en el campo del líder. Abrió la lata Azkorra, pero el hombre que dio otro brío a los de Aira fue Sergio García: entró en el 78, asistió en el primer gol e hizo el segundo y definitivo en el 89.
En el Real Murcia, Aira reforzó el centro del campo con la entrada de Rafa de Vicente en el once y colocó a Chavero en la banda izquierda. El Cartagena, por su parte, repitió con Juanlu Hens de enganche, Menudo en la izquierda, Sergio García en la derecha y el uruguayo Laens en punta. Además, la ausencia de Rivero por molestias en el pubis obligaron a Luque a repetir en el doble pivote con Sergio Jiménez.
En los primeros compases se veía un derbi con un Cartagena decidido a llevar la iniciativa, a incomodar en la salida de balón. Contra eso los granas encontraron dificultades en la entrega, algo que aprovechó Sergio Jiménez en el minuto 7 para robar un balón en tres cuartos de campo, apurar hasta línea de fondo y meter un centro al segundo palo para Sergio García. La volea del ex del Real Oviedo se marchó alta. Como réplica, Chavero hizo una jugada magistral por la izquierda, con sombrero incluido, y sirvió la pelota a Azkorra, que cabeceó por encima de la portería de Limones, atento en varios desajustes defensivos.
En este inicio efervescente los albinegros agradecieron el trabajo de Jorge Luque, un hombre ayer de trabajo impecable: aparecía en el lugar y en el momento adecuado para robar el balón, cortar un contragolpe o abrir el juego por los costados. El buen arranque visitante también se terminó constatando en ocasiones de gol: en el 15, un córner botado por Menudo lo remataba Laens a la cruceta. El cabezazo del uruguayo fue la mejor ocasión del Cartagena y la más clara de la primera parte, pese a que el Real Murcia dio un paso al frente antes del descanso: acumulaba a ocho futbolistas en campo contrario, combinaba por el centro e incluso encontraba espacio por las bandas de Germán y Pumar. Los granas terminaron la primera parte mejor que los albinegros.
En la segunda estaría por ver si los de Víctor Fernández iban a ser capaces de mantener la presión alta, la intensidad, o si por el contrario serían los de Aira quienes mantendrían la buena línea mostrada antes del descanso. Los granas mejoraron en los segundos 45 minutos, sí, pero el Cartagena se acercaba a la meta de Fernando por medio de un disparo raso de Sergio García y una contra bien dirigida por Juanlu. El Cartagena, en defensa, no mostraba ni fisuras ni un mínimo atisbo de flaqueza.
Lo peor que le pudo suceder al Cartagena fue que el partido no durara setenta minutos. Desde ese momento hasta el final los cambios y las fuerzas fueron determinantes. Mientras que la entrada de Sergio García llenó de empuje al Real Murcia, la lesión de Sergio Jiménez y la sustitución de Laens mermaron a los albinegros. Cristo Martín, testigo desde la banda, se marchó a los vestuarios con un mosqueo importante.
Fue entonces cuando los visitantes se quedaron sin gas en el sprint final del partido y los locales progresaron, avanzaron líneas. El Real Murcia, como en la primera parte, se animó en los últimos minutos: el línea anuló un gol a Ruso por fuera de juego; Chavero se metió hasta la cocina, pero su disparo se estrelló en el cuerpo de Moisés; y Rafa de Vicente a punto estuvo de sorprender a Limones de larga distancia. En esos momentos, los de Aira pasaban por un momento dulce, buscando el gol con insistencia: llegadas al área, balones colgados, saques de esquina e incluso con los laterales incorporados al ataque
Premio a esa búsqueda el Real Murcia encontró goles merecidos, con Sergio García como protagonista: asistió a Azkorra en el 1-0 y tres minutos después, en el 89, aprovechó un error de Luque en la entrega (probablemente el único en todo el partido); se le quedó el balón corto, el grana regateó a Limones con acierto y empujó la pelota a la red. Los de Aira continúan líderes e imparables (seis victorias y un empate en los últimos siete partidos), mientras que los de Víctor Fernández rompen una racha de tres victorias consecutivas y ocho partidos sin conocer la derrota.
En los primeros compases se veía un derbi con un Cartagena decidido a llevar la iniciativa, a incomodar en la salida de balón. Contra eso los granas encontraron dificultades en la entrega, algo que aprovechó Sergio Jiménez en el minuto 7 para robar un balón en tres cuartos de campo, apurar hasta línea de fondo y meter un centro al segundo palo para Sergio García. La volea del ex del Real Oviedo se marchó alta. Como réplica, Chavero hizo una jugada magistral por la izquierda, con sombrero incluido, y sirvió la pelota a Azkorra, que cabeceó por encima de la portería de Limones, atento en varios desajustes defensivos.
En este inicio efervescente los albinegros agradecieron el trabajo de Jorge Luque, un hombre ayer de trabajo impecable: aparecía en el lugar y en el momento adecuado para robar el balón, cortar un contragolpe o abrir el juego por los costados. El buen arranque visitante también se terminó constatando en ocasiones de gol: en el 15, un córner botado por Menudo lo remataba Laens a la cruceta. El cabezazo del uruguayo fue la mejor ocasión del Cartagena y la más clara de la primera parte, pese a que el Real Murcia dio un paso al frente antes del descanso: acumulaba a ocho futbolistas en campo contrario, combinaba por el centro e incluso encontraba espacio por las bandas de Germán y Pumar. Los granas terminaron la primera parte mejor que los albinegros.
En la segunda estaría por ver si los de Víctor Fernández iban a ser capaces de mantener la presión alta, la intensidad, o si por el contrario serían los de Aira quienes mantendrían la buena línea mostrada antes del descanso. Los granas mejoraron en los segundos 45 minutos, sí, pero el Cartagena se acercaba a la meta de Fernando por medio de un disparo raso de Sergio García y una contra bien dirigida por Juanlu. El Cartagena, en defensa, no mostraba ni fisuras ni un mínimo atisbo de flaqueza.
Lo peor que le pudo suceder al Cartagena fue que el partido no durara setenta minutos. Desde ese momento hasta el final los cambios y las fuerzas fueron determinantes. Mientras que la entrada de Sergio García llenó de empuje al Real Murcia, la lesión de Sergio Jiménez y la sustitución de Laens mermaron a los albinegros. Cristo Martín, testigo desde la banda, se marchó a los vestuarios con un mosqueo importante.
Fue entonces cuando los visitantes se quedaron sin gas en el sprint final del partido y los locales progresaron, avanzaron líneas. El Real Murcia, como en la primera parte, se animó en los últimos minutos: el línea anuló un gol a Ruso por fuera de juego; Chavero se metió hasta la cocina, pero su disparo se estrelló en el cuerpo de Moisés; y Rafa de Vicente a punto estuvo de sorprender a Limones de larga distancia. En esos momentos, los de Aira pasaban por un momento dulce, buscando el gol con insistencia: llegadas al área, balones colgados, saques de esquina e incluso con los laterales incorporados al ataque
Premio a esa búsqueda el Real Murcia encontró goles merecidos, con Sergio García como protagonista: asistió a Azkorra en el 1-0 y tres minutos después, en el 89, aprovechó un error de Luque en la entrega (probablemente el único en todo el partido); se le quedó el balón corto, el grana regateó a Limones con acierto y empujó la pelota a la red. Los de Aira continúan líderes e imparables (seis victorias y un empate en los últimos siete partidos), mientras que los de Víctor Fernández rompen una racha de tres victorias consecutivas y ocho partidos sin conocer la derrota.
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